Un día, mientras nuestro cliente circulaba en ciudad para acudir a su trabajo como siempre, de repente otro conductor se saltó un stop.
El infractor se dio a la fuga tras el incidente pero, aunque nuestro cliente sufrió contracturas y contusiones, pudo tomar a tiempo la matrícula y con ello acudió a nosotros para saber cómo actuar. Dado que había una matrícula como referencia y un testigo que accedió a colaborar con nosotros, investigamos la dirección del infractor y con ello se cursó la pertinente denuncia.
El infractor reconoció los hechos y la sentencia dictaminó que fue culpable del delito de lesiones y omisión de socorro, así como su obligación de pagar a nuestro cliente todas las costas médicas derivadas del delito.