Un hombre que tenía una vivienda en alquiler, había conseguido un interesado en ir a verla, pero todo se torció cuando 2 días antes de venir esta persona, un okupa allanó dicha vivienda.
Este hombre acudió a nosotros para saber cómo conseguir echarlo. Aunque hubo dificultades iniciales ya que el okupa iba diciendo que en realidad era su casa, tras un intenso análisis e investigación, se consiguió dar con sus datos personales, y se descubrió que estaba fugado de haber sido condenado por estafa y robo a mano armada.
Gracias al hecho de haber podido averiguar dichos datos, pudo ser desalojado en el menor tiempo posible, teniendo que además asumir la reparación de los desperfectos que había causado durante su ocupación.